Hola, soy Lucía y vivo en la
Franja de Gaza, que se encuentra en Oriente Medio, al noroeste de
Israel y al oeste de Egipto. Hace cinco meses que estoy aquí ya que
la empresa de comunicaciones de mi padre lo destinó aquí para que
realizase un reportaje. Vinimos temporalmente, pero mientras tanto,
todos tenemos que adaptarnos a estas costumbres, ya que son
completamente diferentes a las de España. Por ejemplo, con respecto
al clima, acostumbrada a vivir al norte de España con veranos
frescos, aquí noté un gran cambio al tenerlo tan seco y caluroso.
Además las viviendas también son muy diferentes, ya no vivo en un
piso rodeado de zonas verdes, sino que aquí son todo casas de una
planta con calles paralelas.
Cuando llegué a Gaza me
instalé en Ashkelon, pero un día al llegar de clase encontré mi
barrio lleno de escombros porque un misil palestino había impactado
contra mi casa, entre muchas otras, así que actualmente vivo en una
tienda de campaña provisional. El motivo del ataque es que Israel
se quedó con el territorio palestino y ahora este pueblo reclama un
territorio, considerando a Gaza un buen lugar para quedarse. El
problema es que los habitantes de Gaza se negaron y eso generó la
gran guerra.
Yo iba al colegio de la ONU en
Jabalia, era el más cercano a mi barrio. Aquí se come en los
colegios y tienen otro tipo de cocina completamente distinto y al que
aún no estoy acostumbrada. Salíamos todos los días a las seis,
pero lo alcanzó otro misil palestino. Ahora, ningún niño es
analfabeto, ya que en toda la Franja hay más de seiscientas escuelas
y tan solo 30 son privadas.
El lunes pasado me torcí el
pie y mi madre me llevó al hospital, pero se negaron a atenderme, ya
que decían que era una torcedura leve y estaban muy ocupados. Las
habitaciones estaban llenas e incluso había muchas personas
acostadas en camillas por todos los pasillos por los anteriores
misiles palestinos.
Antes del ataque palestino,
había más de 1.500.000 habitantes. Pero ahora tiene una población
bastante más baja, ya que esos misiles hirieron a muchas personas,
las cuales no se recuperaron y fallecieron, creando así un alto
nivel de mortalidad; otras muchas emigraron a ciudades cercanas. La
natalidad es escasa en estos momentos.
Donde más puestos de trabajo
hay es en el sector terciario, con un 36%, en los que entran los
bancos, la hostelería, transporte, comunicación, etc. Donde hay más
empleo, después de el sector terciario, es la construcción con un
33% y un 20% en la
agricultura aproximadamente.
Fuentes: